Hace poco eran caballos, ahora tocan los camellos.
Las autoridades del norte de Australia han decidido ejecutar desde un helicóptero a 6.000 camellos que buscan agua desesperadamente debido a la espantosa sequía que asola esta región de Australia. Los animales rompen vallas y derriban todo lo que encuentran a su paso tratando de encontrar algo que beber, hasta arrancan aparatos de aire acondicionado para beber el líquido que gotea. Como es lógico, los defensores de los animales han calificado de “barbarie” esta matanza.
Esto no tiene nombre. Los colonizadores llevaron a Australia estos animales porque los necesitaban para hacer travesías por el desierto, y como no han sido capaces de controlar la población con métodos racionales y respetuosos con los seres vivos… ¡ahora a liarse a tiros con ellos! Una vez más, el ser “humano” cubriéndose de gloria. Pero, ¿para qué tenemos el cerebro? Si al final siempre tenemos que tirar de escopeta, como con el “león” de Tarragona.
Las autoridades del norte de Australia han decidido ejecutar desde un helicóptero a 6.000 camellos que buscan agua desesperadamente debido a la espantosa sequía que asola esta región de Australia. Los animales rompen vallas y derriban todo lo que encuentran a su paso tratando de encontrar algo que beber, hasta arrancan aparatos de aire acondicionado para beber el líquido que gotea. Como es lógico, los defensores de los animales han calificado de “barbarie” esta matanza.
Esto no tiene nombre. Los colonizadores llevaron a Australia estos animales porque los necesitaban para hacer travesías por el desierto, y como no han sido capaces de controlar la población con métodos racionales y respetuosos con los seres vivos… ¡ahora a liarse a tiros con ellos! Una vez más, el ser “humano” cubriéndose de gloria. Pero, ¿para qué tenemos el cerebro? Si al final siempre tenemos que tirar de escopeta, como con el “león” de Tarragona.